San José…mientras navidad

San José estaba ya a reventar. Las gentes y sus bolsas –o mejor dicho las bolsas y sus gentes- intentando atravesar de cabo a rabo la avenida central. El Teatro Nacional luce su “pacito”. Sin embargo, esta vez secuestradas están las figuras de José, María, Jesús, el Burro…con una cadena de 80 -ya hasta a los portales privatizaron.
Navideña, navideña, veintiuno de la surte, tico bingo para hoy para hoy.
Sobre las baldosas el confeti sobreviviente de las noches anteriores y las aspiradoras de la Municipalidad. Caminado un poco más frente a la librería Lehmann cantan a Marco Antonio Solís y su “Navidad sin Ti”.
Es imposible por acá Chepe.
Salgo a Avenida Segunda y repito la misma historia. De la esquina diagonal al Melico, cuatro muchachos se me abalanzan encima –Nikéhitecpuma ,mi hermnao- me escapo con el tradicional –hoy no pura vida-. Es imposible por acá también navidad.
Por fin llego al bus. Escojo el cuarto asiento tras el chofer. Me siento en la ventana. Intento dormir un rato, sin embargo el chofer del autobús pone a todo volumen el “Año viejo”.
Cambio de elección y decido recoger miradas desde la ventana. La gente pasa de tienda en tienda de bolsa en bolsa. Cada quién es su mundo, todos tienen para cada uno su propia navidad. La mamá que en su mano izquierda lleva al carajillo de unos 5 años jode que jode por un helado, mientras en la otra aguanta una caja que parece ser una pista de carros: el regalo del niño. En la siguiente esquina la Esmeralda, ahí sentado en el borde de la cera un fulano, que para este caso no tendrá nombre, pues eso dicta la sociedad en navidad-no se es si no se tiene para ser- se mete un buen tapiz de chonete.
No se puede San José; Chepé por estas épocas está a reventar. Recojo otras miradas hasta que una valla me traduce lo que significa navidad: “Navidad SALES 2X1”